Jefferson Winter no es un investigador corriente. Tiene una inteligencia muy superior a la media y es hijo de uno de los más famosos asesinos en serie de Estados Unidos. Jefferson Winter se ha pasado la vida intentando distanciarse del legado de su padre y pone todo su empeño en perseguir a los que son como él. Tras una carrera prometedora en el FBI como experto en perfiles psicológicos, viaja por todo el mundo ayudando a los cuerpos policiales a resolver los casos más complicados.
Acaba de llegar a Londres en medio de una ola de frío para resolver un caso espeluznante que desconcierta a Scotland Yard. Un psicópata ha secuestrado a varias mujeres para torturarlas durante meses. Antes de dejarlas en libertad se asegura de que no puedan contar nada con un sistema especialmente cruel: les practica una lobotomía.
Winter utilizará toda su inteligencia y su intuición para atrapar al criminal antes de que pueda destrozar a otra mujer. Sus métodos no siempre se ajustan a las normas, pero nadie como él es capaz de entender cómo funciona la mente del psicópata.
Una novela negra de las buenas, lo cual ya es decir mucho que ha conseguido hacerme disfrutar de verdad como pocos autores lo consiguen últimamente. Lo tiene todo para cautivar a los amantes del género pero si algo me ha hecho relamerme de puro placer es la personalidad de Jefferson Winter, un experto en perfiles psicológicos del FBI que recorre el mundo ayudando a los investigadores a resolver los casos más intrincados, no en vano tiene una inteligencia privilegiada que nos recuerda al mejor Sherlock Holmes sino que además es hijo de un asesino en serie. La sagacidad de sus deducciones, la manera de explicar cómo ha llegado a ellas, su carácter cautivador, deja en segundo plano a cualquier otro personaje y eso que el autor ha creado un buen elenco de secundarios.
La trama es impecable, no desvelaré nada, únicamente que un peculiar psicópata anda suelto y no es de los que matan a sus víctimas, no, no. Es algo peor.
Este es el primer libro de la serie. El autor ha publicado más pero desgraciadamente no están traducidos.
Recomendadísimo. Mi nota: 9/10
Después de este y “El cuarto mono” no sé qué va a ser de mi triste vida.
Puedo decir que he tenido un verano lector inmejorable.
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