EL AUTOR
Estudió el bachillerato en el Colegio Areneros de Madrid, cursando Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y Dirección de Empresas en el ICADE. Trabajó para Cuadernos para el diálogo desde 1964 hasta 1967, colaborando al mismo tiempo en diversos periódicos y revistas. En 1970 se incorporó a la Editorial Taurus, elevándose a la dirección editorial en 1977. En 1982 se hace cargo simultaneando su trabajo con la anterior de la Editorial Alfaguara, abandonando ambos trabajos en 1988 para dedicarse de lleno a escribir. Es colaborador literario del periódico El País y de otras revistas.
Su producción literaria, alterna la novela sobre temas variados con la ficción policiaca (que firma como J.M. Guelbenzu). En las primeras, el autor busca nuevas maneras de narrar, lo que se traduce en una elevada complejidad técnica, que requiere gran atención por parte del autor. El personaje es considerado desde el punto de vista introspectivo, profundizando en las relaciones personales. Ha obtenido entre otros, el Premio de la Crítica de Narrativa en 1981, y el Internacional Plaza & Janés en 1991.
SINOPSIS
¿Por qué aparece el cadáver de una bella ex modelo erótica con las manos cortadas? ¿Para evitar su identificación? Pero la gente del lugar la reconoce sobre la marcha... Mariana de Marco tendrá que resolver esta contradicción para instruir un caso que oscila entre el crimen pasional, el ajuste de cuentas, la trata de blancas o el resultado de una mente enferma, al tiempo que lucha por mantener su integridad ante algunos de los poderes fácticos...
En ese momento aparece en la pequeña ciudad de provincias el hermano pequeño de la juez: un bon vivant al que le había perdido la pista, que le traerá claves del pasado y despejará también algunas incógnitas del futuro.
MI RESEÑA
Me gusta Guelbenzú no sólo porque es un pedazo de escritor como la copa de un pino sino porque consigue dotar a la novela negra de una naturalidad y cotidianeidad que ningun otro ha conseguído.
Sus personajes son autènticos, sus tramas creibles, no hay excesos en sus novelas, ni demasiada sangre ni demasiada violencia. Es como si pudieras salir a la calle y toparte con uno de sus criminales tomando cafè en el bar de la esquina.
Su personaje, la juez Mariana de Marco tampoco es la típica detective. Es una juez. Con una elegancia y una personalidad que atraen desde el minuto cero. Es un personaje con muchísimos matices que me encanta por ello. Sólo Guelbenzú podría crear un personaje tan complejo y convertirlo en un icono de su serie policiaca.
Dicho esto, tambien debo decir que esta no es su mejor novela. Cuesta entrar en ella y hasta muy avanzada la trama, no consigue enganchar al lector. No lo ha hecho conmigo que soy ferviente seguidora de esta serie. Ahora, una vez quete atrapa, ya no te suelta hasta el final y es ahí donde descubres la grandeza del escritor con su prosa impecable y la profundidad de sus personajes.
Merece la pena leerlo solo por ello.
Mi nota, un 7
