EL AUTOR
William Wilkie Collins (Londres, 8 de enero de 1824 - ib., 23 de septiembre de 1889) fue un novelista, dramaturgo y autor de relatos cortos inglés. Fue muy popular en su tiempo. Escribió 27 novelas, más de 60 relatos cortos, al menos 14 obras de teatro y más de 100 obras de no ficción.
Es considerado uno de los creadores del género de la novela policíaca, a través de una narrativa caracterizada por la atmósfera de misterio y fantasía, el suspense melodramático y el relato minucioso. Sus obras más conocidas son La dama de blanco (1860), Armadale (1866) y La piedra lunar (1868).
SINOPSIS
El joven profesor de dibujo Walter Hartright viaja a Cumberland para dar clases a dos jóvenes y ricas herederas, las hermanas Laura y Marian Fairlie. Laura se enamora de él pero los agradables días en Limmeridge House acaban con la llegada del prometido de Laura, Sir Percival Glyde. Éste alberga la intención de arrebatarle toda su herencia y cuenta con la ayuda del siniestro conde Fosco para llevar a cabo sus planes. Sólo se interpone en su camino una misteriosa dama vestida de blanco que, al parecer, ha escapado de un sanatorio mental... En La mujer de blanco, el lector se ve arrastrado por un suspense continuo gracias a la destreza narrativa de Wilkie Collins y a los portentosos retratos de sus personajes. A través de una trama prodigiosa que se desarrolla paulatinamente mediante los relatos de sus principales testigos, los oscuros secretos se irán desvelando.
MI RESEÑA
Llevaba mucho tiempo con este libro pendiente, no solo por que se considera el inicio del género de la novela policiaca, aunque curiosamente no hay un solo policía en todo el libro si no por que siempre he sentido debilidad por la época de la Inglaterra victoriana.
Dicho esto, debo admitir que pese a las altas expectativas, no me ha decepcionado en absoluto.
Se nota que es una de las grandes obras de la literatura casi desde el inicio, no solo por el lenguaje que utiliza,delicado e impecable, con una prosa muy descriptiva pero con unas descripciones tan cuidadas y tan acordes a los hechos que narra que son un verdadero lujo para los sentidos, si no por el misterio que destila la historia en si misma, por la riqueza y profundidad de los personajes con unas personalidades tan precisas y definidas que parece que son conocidos y no seres ficticios escapados de la pluma de un escritor. La débil y bella Laura, la apasionada y valiente Marian, el inteligentísimo conde Fosco, el perfecto villano, el repulsivo Sir Percival, el inocente y caballeroso Walter, enamorado de una estatua de alabastro y el increible elenco de secundarios, cada uno con un papel escogidísimo que encaja con el resto como si de las piezas de un puzle se tratara.
Me encanta la manera de contarlo, cada parte narrada por un personaje diferente, buenos y malos, cada uno desde su punto de vista sin que en ningun momento decaiga la historia hasta un final algo predecible pero que no desmerece en modo alguno la belleza del libro.
Una novela folletinesca, distinguida, elegante, donde el placer de leer cobra todo su sentido.
Mi nota, un 9
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